este motivo cueste tanto desligarla de la realidad. Al salir del cine, pocas veces se escucha a los espectadores preguntarse cómo han podido conseguir ciertos efectos, da igual si aparecen hombres que vuelan, explosiones o terremotos, simplemente lo percibimos como un medio de ficción.

La fotografía se convierte, de este modo, en el medio más capacitado para inquietar, desorientar o perturbar al espectador. Ofrece una cápsula de realidad, un único punto de vista de un fragmento de situación extirpado y se presenta, hierático e inamovible, en otra situación y en otro tiempo.