EL VIAJE
En el aeropuerto de Zaventem, al menos hace un tiempo, era posible esperar a que un altavoz anunciase un embarque inmediato por un par de euros. Cualquier ciudad podía surgir, como si se tratase de una promoción, un nombre como salido de una tómbola, el premio era la aventura, quizás pequeña, pero una de las pocas ya viables en lo que a una cierta sorpresa del mundo se refiere. Con el equipaje al hombro, dispuestos a embarcar, Estambul, Varsovia, Helsinki, Madrid... Quizás tres ciudades en un mismo día, en coche también sería posible, París, Bruselas, Amsterdam. Se trataría de no parar, de relevarse en el volante, también se conduce de noche si es preciso, quizás un hotel de unas breves horas, una ducha y un café... a la mañana siguiente Amsterdam, Ginebra, Venecia -¿por qué no? - Finalmente el viaje de Thomas Cook, con menos tiempo, como el de Phillias Fogg, la circunvalación de la tierra, las veces que haga falta, una rotación infinita, qué diferente a la traslación que promete el viaje. Una lástima, los controles de velocidad están dañando esta encantadora manera de viajar a partir de una apuesta.
En todo caso, no es el viaje americano, no es la carretera que no conduce a ninguna parte, el paisaje que no te responde, no es Easy Ryder, no es el viaje de Jack Kerouac y de Robert Frank, tampoco el de Corman McCarthy, ni el de Bruce Springsteenā¦ ni el de Tom Joad. Estamos en otra geografía, con diferente memoria, el paisaje sí habla, es quizás la idea de Europa de George Steiner, cuyos caminos siempre llevan a ciudades amables con catedrales, como la de Canterbury, al menos por el momento, siempre según Steiner. Aún más, podría ser el viajero medieval, el que no ama el camino, no ama la naturaleza porque ésta le dificulta el viaje, se interpone entre el punto de salida y el de llegada, incluso amenaza su vida. Tan sólo quiere llegar, como aquel mal viajero llamado Ulises que tan sólo quería volver a casa, como el avión de Ryanair que vuela a Londres. Allí está el Museo Británico y la Tate Modern, también Trafalgar sq. Es finalmente una peregrinación.