Tal vez, muchas de las fotografías de Isabel Tallos pudieran recibir el nombre de retratos del alma. Pero también suelen ser espacios de tránsito (pasillos y escaleras que nos llevan a puertas que nos comunicarán con otros ámbitos, pasos subterráneos, callejones, pasajes y recodos urbanos en los que se adivina una salida), espacios prestos para un metafórico viaje que nos llevará quizá a descubrirnos.
Viajar para encontrarse y fotografiar para recordar: souvenirs de la mirada. Fetiches de la estancia.