Esa vinculación con el espacio ofrece otro aspecto destacable del proyecto Low Cost. Al hacer propios los lugares que fotografía, Tallos replica el ritual del viajero, consistente en hacer suyo o apropiarse de los ámbitos que visita. Esto es especialmente evidente en la ocupación de las habitaciones, que pasan a convertirse en nuestro efímero hogar, apropiándonos de ellas como el visitante anterior lo hizo.
En las fotografías de su serie anterior, Check in, de la que parte esta Low Cost, la artista adquiría poses cercanas a las iconografías de la histeria y la hipnosis que el doctor Charcot describió en sus estudios en el hospital parisino de la Salpetriere en la segunda mitad del XIX: levitación, estados de letargia, sonambulismo o las llamadas posturas ilógicas. Poses o escenificaciones que en las últimas décadas han sido revisitadas por otras artistas como Marina Núñez, Julia Fullerton-Batten o Miss Aniela. Ahora, esa iconografía, a excepción del sujeto ausente que camina cual sonámbulo, prácticamente ha desaparecido, ya que sólo se conserva en Casa particular. Londres, Reino Unido, 17 de julio de 2010. No obstante, aún persiste en estas fotografías algunos componentes de extrañeza y sorpresa; frente a la autorrepresentación de la fotógrafa levitando o en posturas ilógicas -nuevamente hay algo de performativo- de obras anteriores, en Low Cost podemos observar cómo ocupa ilógicamente paredes y otros emplazamientos, cómo salta al vacío -aunque con red- en la Torre Eiffel o cómo construye caprichosas formaciones de sillas en las habitaciones.
Junto al sentido anónimo de los escenarios, de falta de representatividad o singularidad, casi todos comparten algo y no sólo lo inhabitado. Este carácter de desocupación, de soledad, se aproxima a lo metafísico.